El significado de un buen calentamiento
La adaptación al esfuerzo es un proceso que requiere la puesta en marcha de una serie de mecanismos cuyo fin es adecuar el organismo a la creciente demanda de actividad funcional. Los músculos, el corazón, el sistema circulatorio y respiratorio adaptan su funcionamiento alcanzando un nivel que permita responder con eficacia al esfuerzo intenso. El calentamiento es un procedimiento común a toda práctica deportiva cuya estructura y desarrollo depende del tipo de deporte a practicar, del nivel del deportista, las condiciones ambientales y del tipo e intensidad del entrenamiento posterior.
Beneficios a nivel muscular
El calentamiento entendido como un inicio progresivo de la actividad física, provoca un aumento del riego sanguíneo en los músculos que están siendo ejercitados. Ello es posible gracias a un fenómeno llamado redistribución del volumen sanguíneo. Quiere decir que los órganos o partes del cuerpo que no están desarrollando un grado de actividad significativo, ceden parte de su sangre al torrente circulatorio para que pueda llegar a las áreas de actividad intensa. Se produce entonces, una elevación de la temperatura que puede alcanzar los 38.5ºC y que tiene como consecuencia una disminución de la viscosidad intramuscular, o sea, de los roces internos de la musculatura, mejorando la elasticidad y disminuyendo los riesgos de lesión. También ligamentos y tendones de inserción se ven beneficiados en ese sentido. Además, un músculo caliente es capaz de generar más fuerza y de contraerse a mayor velocidad. Ello hace que el calentamiento sea especialmente interesante en los deportes que se caracterizan por poseer una importante componente de fuerza explosiva o de fuerza máxima. También se ve favorecida la capacidad de relajación de los músculos antagonistas durante la ejecución de movimientos a gran velocidad. Si no fuera así, las grandes tracciones a las que se ven sometidos por la acción de los agonistas podrían provocar roturas fibrilares y lesionar seriamente al deportista. Una relajación tardía o incompleta también perjudica la adecuada coordinación de los movimientos restando eficacia al gesto técnico. La elevación de la temperatura también mejora los procesos de alimentación del músculo, al propiciar una rápida transformación de los substratos energéticos en energía mecánica.
PD: que no caiga en saco roto
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